18/5/09

Finde

Después de haber probado la cerveza Duff, esa de los Simpsons, y ver un poco de box no hay nada más grato que sentir como el desprecio y el odio ajeno, a causa de celos, caen en uno.


Estábamos en un bar de avenida Universidad Poncho, Ana y su mismísimo charro Obama (Negro) cuándo entró Melissa, el batracio (novio de Melissa) y la versión joven y con pelo de Red Forman de That 70’s Show. Hicieron esa típica cara de estúpidos que todos ponemos al entrar a algún lugar e intentar averiguar dónde están nuestros amigos; voltear y voltear con la boca abierta. Cuando el bananón (nombre que se le da en Perú a la chinche o vinchuca que transmite el Trypanosoma cruzi, causante del mal de Chagas en centro y Sudamérica) me vislumbró, puso un maduro puchero en su rostro y, como era de esperarse, se fue a hablar con Melissa. Ella vino a saludarnos y a acertar un golpe en la caja de pensamientos de Alfonso. Red Forman vino, saludó y se presentó como todo un caballero. Como sea, seguimos bebiendo, sin abusar, nos despedimos, taqueamos y a dormir.


Sábado y domingo lo pasamos a solas con mi padre. El sí que es Red Forman. Para darle gusto, de vez en cuando, pregunto por cosas que le gustan. Hace poco, mi padre y su cuñado Omar, apreciaban el Corvette rojo que había comprado (Omar) Para mostrar mi interés pregunté “¿Es eso un carro?” y mi padre, sin voltear a verme, dijo “mira en qué espacio metieron el motor. ¡Wow!”. El sábado pasado vino otra oportunidad para mostrar mi interés por sus gustos. Vimos juntos una parte del partido de los pumas y después el de Puebla-Monterrey. Es clásico que, cuando juega el puebla, le digamos a mi padre (que es poblano) que se ponga su disfraz de camote con accesorios hechos en Talavera. Dado que jugaría contra Monterrey, le comente que me iba a hacer un traje de botarga de cabrito asado para apoyar al equipo regio. En la noche fuimos a comer sushi. Hubo alguno que otro rollo raro y mi hermano devoró una cantidad de sushi nunca antes vista en alguien que no sea luchador de Sumo profesional. ¡WASAAABIII!











Mi madre se fue a Querétaro con su hermana Lili y su prima Cecilia de Zacapu, misma que tenía 27 años sin ver. Al parecer se lo pasaron a todo dar (enúnciese con tono de Clavillazo) Creo que mi madre se ha dado a la ardua tarea de recuperar lazos familiares. Bien por ella, a mí me sigue sin agradar su primo abuelo. Pero, por lo que me cuenta, Cecilia parece ser una persona muy agradable.


El domingo fue más tranquilo. No hice nada, comimos pizza. Seguí viendo That 70’s show, y llego mi madre. Listos para el lunes y el regreso de la calma y monotonía. Total, si el vino está bien, todo está bien, y si está mal, da igual, con tal de que sea vino...


El miércoles no trabajaré. Espero que me llegue el Resident Evil 5 a mi casita, aunque no lo podré jugar hasta el 8 de julio, es el regalo de cumpleaños de mi carnalito.


Ayer escuché la frase “A catarro gallego, tajada de vino” So: A influenza mexicana, caballito de tequila”


Chato, ¿La vinchuca cuando muge hace “vinchuuu, vinchuuuuuu”?

2 comentarios:

Chateau Demex dijo...

Se me antojó el cabrito... me pregunto si los cabritos hacen cabriiiii, cabriiiiii...!

Chinches chinches, chinches chinches besuconas, chinches chinches gauchas, chinches vinchucas, chinche peje.

Si te disfrazas de cabrito... no'más no te ensartes y te abras de patas! bueno, allá tú si lo haces... allá tú, sí lo haces.

Por cierto cuando ves mucho una serie o película todo lo relacionas con eso. Como cuando juegas repetidas veces Resident Evil y quieres salir y matar gente. Es tan grato matar gente... digo jugar a eso.

Ah... que aburrido ver partidos de panbol mexicano... todavía si fuera Europeo. "Ches" mexicanos ni saben jugar.

Saludos!

Lorenitachula dijo...

Sólo tengo algo qué decir, aparte de la risa que me da el sapotón:
¡ay mis vinos!
ah no, perdón:
¡AY MIS HIJOS!