29/5/09

Hookah, protocolo.

Pues me compré una hookah, así que les dejo el protocolo.


La pipa de agua turca, llamada hookah, pero a la que también se le conoce con nombres tales como narghile, narghila, shisha or sheesha, water-pipe, o hubbly-bubbly (Sudáfrica), es una pipa originaria de Turquía, pero utilizada mucho en los países del Oriente Medio. Consta, generalmente, de varias boquillas o mangueras, y la originalidad es su filtrado a través de un pequeño depósito de agua, lo que produce un humo frío.


Otra peculiaridad es que el tabaco es remojado en melaza y sazonado con sabores de fresa, durazno, banana, mango o hierba buena.

Como ocurre con otras muchas costumbres, fumar requiere de sus normas (etiqueta) para realizar de forma correcta un acto, que para ellos, es una tradición cultural importante, motivo por el cual se debe respetar. La costumbre de fumar en hookah, es una forma de más de relación social a la vez que resulta un momento placentero y de relax para quien lo practica.

Conocer algunas pequeñas reglas a tener en cuenta cuando se practica, es fundamental para disfrutar y respetar esta tradición.

1. Paciencia y tolerancia. Hay que tomarse este momento con calma, relajarse y gozar. No es momento de tensiones ni de charla.

2. Al finalizar la sesión de hookah no se deja la boquilla en cualquier lado, sino que hay que enroscarla de nuevo entorno a la pieza principal del hookah (lo que podríamos llamar la base).

3. Por cuestiones púramente higiénicas, y aunque fumar en hookah es un acto social, no se debe compartir la boquilla con ninguna otra persona. Aunque sea su acompañante, debe tomar su propia boquilla (ahora empiezan a tener boquillas intercambiables) o bien limpiarla un poco antes de tomar una calada.

4. No debe fumar de forma acelerada, sino aspirar tranquilamente cada calada, inhalando y disfrutando del momento.

5. Después de una calada no debe echar el humo a la cara de nadie o en la dirección en la que se encuentre otra persona.

6. Si está utilizando un hookah de varias mangueras o latiguillos, no debe soplar o hacer cualquier otra cosa en la boquilla mientras otra persona está fumando. Y debe tapar su boquilla para que los otros puedan aspirar correctamente.

7. Si hay varias personas esperando es correcto tomar una o dos caladas, y mientras disfruta de ellas, pasar la manguera a la siguiente persona que espera.

8. Es un detalle de cortesía dar en la mano la manguera a la persona que espera, y no dejarla reposar o descansar en el suelo o en otro lugar.

9. Cuidado al encender un nuevo fuego en la leña o carbón cerca de las mangueras. El humo puede interferir los sabores y olores del tabaco que está fumando en el hookah. Hay que mover de vez en cuando los carbones con las pinzas para que las cenizas se vayan al fondo y se mantenga bien la temperatura. No se encienda en lugares cerrados. Lo mejor es encender el carbón afuera y, una prendido, colocarlo en la hookah y, ahora sí, llevarla hacia adentro.

10. Tampoco es correcto, es considerado de mala educación, encender un cigarrillo en las brasas del hookah. Si se permite fumar, nunca utilizar las brasas del hookah como cenicero para sus cenizas.

11. Hay que utilizar la manguera del hookah con la mano derecha. En muchos países del entorno la mano izquierda es considerada sucia.

12. La manguera del hookah se pasa girada hacia quien la cede y no mirando hacia la persona destinataria. (Haciendo el simil con un cuchillo, se pasa por el lado del mango no por el lado del filo).

13. No deben hacerse fotos en un salón de hookah, y pertubar la paz, intimidad y calma del momento, Si quiere hacer una foto de recuerdo, pida permiso, y haga solo una, no aproveche para hacer un montón de fotos.

14. Tanto al llegar al lugar como al marchar, es correcto saludar y despedirse de forma correcta, según las costumbres del país en el que se encuentre.

Si tiene alguna duda sobre las normas de uso, lo mejor es que se informe en el propio sitio o bien por medio de algún nativo que conozca estas reglas.

18/5/09

Finde

Después de haber probado la cerveza Duff, esa de los Simpsons, y ver un poco de box no hay nada más grato que sentir como el desprecio y el odio ajeno, a causa de celos, caen en uno.


Estábamos en un bar de avenida Universidad Poncho, Ana y su mismísimo charro Obama (Negro) cuándo entró Melissa, el batracio (novio de Melissa) y la versión joven y con pelo de Red Forman de That 70’s Show. Hicieron esa típica cara de estúpidos que todos ponemos al entrar a algún lugar e intentar averiguar dónde están nuestros amigos; voltear y voltear con la boca abierta. Cuando el bananón (nombre que se le da en Perú a la chinche o vinchuca que transmite el Trypanosoma cruzi, causante del mal de Chagas en centro y Sudamérica) me vislumbró, puso un maduro puchero en su rostro y, como era de esperarse, se fue a hablar con Melissa. Ella vino a saludarnos y a acertar un golpe en la caja de pensamientos de Alfonso. Red Forman vino, saludó y se presentó como todo un caballero. Como sea, seguimos bebiendo, sin abusar, nos despedimos, taqueamos y a dormir.


Sábado y domingo lo pasamos a solas con mi padre. El sí que es Red Forman. Para darle gusto, de vez en cuando, pregunto por cosas que le gustan. Hace poco, mi padre y su cuñado Omar, apreciaban el Corvette rojo que había comprado (Omar) Para mostrar mi interés pregunté “¿Es eso un carro?” y mi padre, sin voltear a verme, dijo “mira en qué espacio metieron el motor. ¡Wow!”. El sábado pasado vino otra oportunidad para mostrar mi interés por sus gustos. Vimos juntos una parte del partido de los pumas y después el de Puebla-Monterrey. Es clásico que, cuando juega el puebla, le digamos a mi padre (que es poblano) que se ponga su disfraz de camote con accesorios hechos en Talavera. Dado que jugaría contra Monterrey, le comente que me iba a hacer un traje de botarga de cabrito asado para apoyar al equipo regio. En la noche fuimos a comer sushi. Hubo alguno que otro rollo raro y mi hermano devoró una cantidad de sushi nunca antes vista en alguien que no sea luchador de Sumo profesional. ¡WASAAABIII!











Mi madre se fue a Querétaro con su hermana Lili y su prima Cecilia de Zacapu, misma que tenía 27 años sin ver. Al parecer se lo pasaron a todo dar (enúnciese con tono de Clavillazo) Creo que mi madre se ha dado a la ardua tarea de recuperar lazos familiares. Bien por ella, a mí me sigue sin agradar su primo abuelo. Pero, por lo que me cuenta, Cecilia parece ser una persona muy agradable.


El domingo fue más tranquilo. No hice nada, comimos pizza. Seguí viendo That 70’s show, y llego mi madre. Listos para el lunes y el regreso de la calma y monotonía. Total, si el vino está bien, todo está bien, y si está mal, da igual, con tal de que sea vino...


El miércoles no trabajaré. Espero que me llegue el Resident Evil 5 a mi casita, aunque no lo podré jugar hasta el 8 de julio, es el regalo de cumpleaños de mi carnalito.


Ayer escuché la frase “A catarro gallego, tajada de vino” So: A influenza mexicana, caballito de tequila”


Chato, ¿La vinchuca cuando muge hace “vinchuuu, vinchuuuuuu”?

13/5/09

LLUVIA

A pesar de haber sobrevivido a la influenza (hasta el momento) un ataque de alergia, la operación de la Chicha, un temblor, la paciencia que he de tenerles a mi hermano y padre (siemJustificar a ambos ladospre hay que estar a las vivas con esos dos púberes) este Manny sigue dando lata. Y, aunque se me sacudió el cuarto chacra el sábado pasado, sigo pensando que la lluvia es de las cosas que más feliz me hacen.


No sé si deba poner a mi padre a hacer la danza de la lluvia en el patio de mi casa. De verdad que lo hace. Adopta una posición de baile digna de la danza del venado y comienza a cantar algo que suena como a A TAMAJIYA IA IA OM’ACHA A TAMAJIYA IA IA OM’ACHA luego viene mi parte favorita, la canta un poco más rápido y agudo PURA BAM BA HUE HUE HUE PURA BAM BA HUE HUE HUE O’CH I MING’A. No sé si para mi suerte o desgracia, desconozco enteramente el significado de aquel canto ritual. Cada quien tiene su ritual, como sea… o cada quien tiene su ritual como sea. A mí me gusta caminar en la lluvia. Cuando no es posible, me conformo con salir y pararme a mitad del patio a gozar la exquisita frescura del agua. Claro, habiendo previamente metido a mis dos pericos en la cocina para que no se mojen y guardando la ropa que estaba colgada en la azotea. Después, cuando la lluvia para, saco a los pericos para que se sequen al sol.


Algo que me agrada de la temporada de lluvias es que el follaje de los árboles vuelve a brillar, sin polvo. Las lluvias le quitan, al menos un poco, lo gris a esta ciudad. El pasto regresa a poblar los jardines y con él la mierda de perro y vagabundo. La gente siempre se espanta por la lluvia, de tal modo que, caminar en la noche o los viernes y sábados se vuelve una actividad súper placentera. Cabe hacer notar que la gente se torna estúpida cuando llueve; corren espantados, se preocupan por que se moje su celular, manejan como idiotas (sí, la gente es idiota) prefieren recluirse que salir a pasear… Espero llueva como hace dos veranos.


¿Cómo te va con la lluvia?


A sobrevivir se ha dicho