Final

Ahora que la fiebre del mundial del soccer (sucker) terminó todo está más tranquilo… salvo el tráfico.

Hoy no me quería ni levantar de la cama pero, desde que me iba a bañar tuve la sensación de que sería un buen día… eso de dormirse a las 10 si deja. Por primera vez en mucho tiempo sentí que realmente tenía el control total de mi vida. Todo se hizo como yo lo quería y, obvio, todo salió mejor de lo normal.

El cafecito con Xoch el domingo me sirvió mucho, es especial para olvidar lo mal que me cae el primo Arturo Rodríguez Salmon de mi madre; tipo machista, presumido, cree saber todo, dice tener mucho dinero y anda en una carcacha, habla y habla y habla, trae un Putl (nombre que dio Isshat a los poodles o caniches por lo putos que se ven) en una maletita al pobre cánido lo traen vestido con ropa de chopper, Harley Davidson, eso sí con una estrellita o corazón de plástico en la cabeza. A la pobre Kika, la perrita, la traen como un bebe. Los perros son los animales más maravillosos pero necesitan vivir y comportarse como perros. Hora de ver un psiquiatra, en mi opinión.

¿Qué hacía? Enajenarme con mi hermano y mi primo Enrique en la computadora o idiotizarme con los rucos viendo el fútbol no parecían buenas ideas, la segunda era tan grata como la idea de hacerse una paja con polvo picapica.

Menos mal me pude echar el cafecillo con Xochi y algunas de mis dudas se aclararon, otras aumentaron y otras me las quedé pa’ mí solito.

Consejo: no todo lo que brilla es oto, no todo lo que es verde es loro…¡Pinche cerrajero!

Descubrimiento: Si el tarado de Arturo habla, pónganle fútbol.